mapa para un nómada
yo era nómada
en el desierto blanco de su cuerpo
perdí las palmas de las manos
buscando los pechos
los lunares en los sitios adecuados
yo era nómada en el desierto
como el día en que nací
y mi boca buscaba apresurada
el pezón oasis de mi madre
yo era nómada en el desierto
verde seco casi vivo
de sus ojos
como si el espejo en su mirada
me abriera el alma
ahora conozco mejor mis lenguas
siempre sedientas
de andar por caminos ásperos
casi muertos
yo era nómada
y andaba en mis cuatro patas de animal
buscaba la hierba entre sus piernas
casi muero envenenada
con el arsénico plomo de su sangre
casi muero
yo era nómada y sobreviví
por la gracia divina del fuego
que me mantuvo ardiente
casi al borde de quemarme
un cuerpo de mujer es similar
al cuerpo del diablo
tomando en cuenta la hermosura
las fauces y el calor
hablo también del cuerpo propio
hablo también de las pasiones
yo era nómada sí
el cuerpo de un hombre
siempre es proporcional
a la mirada al barro
a la madre que lo hace
casi nunca a su antojo
el cuerpo de un hombre
tiene la línea más exacta
entre lo puro y lo perverso
amo a la madre por el hijo
amo a hombres y mujeres
en mi condición de nómada
que intenta descubrir la patria
en la parte más privada del pecho
no estoy buscando a mi padres
estoy buscando la leche y el semen
de mi vida propia
yo era nómada en aquel aterrador desierto
de toda la soledad en su vientre
nunca fecundado
sino por la enfermedad de nuestro siglo:
el hambre
yo era nómada y nunca estuve loca
en cada paso podía escuchar
el parpadeo constante de mi cordura
no
nunca estuve loca
ni ciega ni embrutecida
yo era nómada
elegí el camino que buscaba
y el camino me elegía a mí
con las flechas apuntando a mi sexo
jardín de cactáceas casi apunto de florecer
algún día hemos de encontrarnos
en el mismo punto del que partí
seré otra que se parezca a lo que fue
con otra sed distinta y otra hambre
alguien tendrá la mirada triste
desierto perdido apunto de la muerte
entonces ya tendré un mapa
en el recuerdo de la palma de la mano
para no perder esta vez
los pasos en círculos
los ojos lagrimales
la voluntad
ni otra vida más
en lo profundo del desierto más hermoso.
deseo
mi deseo es redondo
brota desde un pecho acorazado
pecho laberinto
damos vueltas en la misma dirección
llegamos al mismo punto
redondo
mi deseo es redondo
como la orilla del pezón
de la luna más redonda
redondo
como el grano de arena
a los pies de su figura
como el centro medular
de su ojo abierto al horizonte
mi deseo es redondo
y húmedo
como la carne de la cereza
haciendo más rojos
todos los labios del mundo.
lluviácida
aún no sé cuántos colores tiene el arcoiris
por eso nunca he pintado uno
no sé cortar naranjas
con el filo del sol
no sé huir de la lluvia
aunque me digan los vecinos
que las gotas no son gotas
sino cristales
no sé cómo cortarle los pétalos a una flor
sin poner nuestro amor en el hilo que los cose
he pensado en quedarme ciega uno de estos días
para conocerte mejor
cierro los ojos y hago un simulacro
perdí partes del cuerpo en tu cama
no sé cómo pedirte que las busques
sin que yo me muestre rota
abro los ojos y hago un simulacro
no tengo manos esta noche
se las quedaron puestas
esos guantes rojos
que me regaló mamá para el invierno
tal vez por eso esta noche
estoy pensando
que nunca voy a poder tocar la luna
con la puntita de un dedo
en la ventana se escucha
como se rompen los fragmentos
de una nube
escucho:
gota
el vaso no estaba vacío
por eso se cayeron las mentiras
y tuvimos que recogerlas con las manos
gota
la abuela está cada día más vieja
menos mal que está perdiendo la cabeza
así tal vez
ella no sé de cuenta
gota
hay muchos clavos que salen de estas paredes
para que tu ausencia no pase así nomás
no sé
esta tarde estuve pensado
en dejar de pensar por unos días
deambular por la casa como una idiota
sólo para probar
si es que así se está mejor
es que a la fecha no sé
por qué duele tanto el atardecer
entre las cortinas
entre mis ojos
entre mis piernas
no sé por qué estos días
el viento no tiene la rabia
que yo tengo entre los dientes
debiésemos hacer el amor todos los días
debiésemos salir sin ropa a las calles
romperle la cara al chofer del camión
sólo por que sí
porque estamos cansados de la hipocresía del mundo
que se mete en una lata de sardinas
no sé
te digo que no lo sé
no sé cómo cumplir con los pagos mensuales
para que no me corten ni la luz ni las ganas
no sé cómo se dan esos besos discretos
por respeto al derecho ajeno
escucho de nuevo en la ventana:
gota
no sé de la paz
nací en guerra
gota
no sé cómo me contagié
de este virus de la soledad
gota
no sé cómo parar de llover
no encuentro la perilla
esta mañana estuve pensando
en volver a la matriz de mi madre
me descubrí más cobarde que nunca
no me avergüenzo
ya ni siquiera me avergüenzo
me acostumbro a equivocar
el sur con el norte
me acostumbro a equivocarlo todo
por ejemplo:
pensé que miraba todo por una ventana sucia
y son estos ojos charcos de dolor
los que me dan la perspectiva de un mundo amurallado
pensé que afuera caían gotas atroces
pero soy yo quien no para de inundarlo todo.
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