A diez años de la muerte de Isabel Fraire (1934-2015), presentamos, a modo de homenaje, tres poemas emblemáticos de la poeta y traductora nacida en Monterrey, Nuevo León. Los poemas provienen de Kaleidoscopio insomne. Poesía reunida (2004). Agradecemos al Fondo de Cultura Económica su reproducción para esta entrada.
Isabel Fraire es Viento. No el que perfora la roca, sino el que disemina las semillas, no el ventarrón que multiplica el Trueno, sino el aire que aviva la llama. Su poesía es un continuo volar de imágenes que se disipan, reaparecen y vuelven a desaparecer. No imagen en el aire: imágenes de aire. Su claridad es la diafanidad de la atmósfera en la altura…
Esta poesía es extremadamente peligrosa. Aun cuando es triste o melancólico o meramente malhumorado, todo resulta bajo la mirada de Isabel Fraire fácil, risueño y ligero, con una ironía apenas tangible, nunca intelectual y siempre profundamente natural. Pero al final el puñado de palabras esparcidas como negros signos en la virginal blancura del papel crean un murmullo continuo, ininterrumpido, del que es imposible apartarse y que no deja de ser el exacto equivalente de ese silencio original, idéntico al de la blancura del papel antes de ser asaltado por la alegre libertad de las palabras del poema.
(Material de Lectura, UNAM, 2010)
8 ½
No es cuestión de hacer un esfuerzo y de ir en contra de la corriente…
con lo cual NO SÉ lo que quiero decir
con lo cual no sé
con lo cual…
no es cuestión
de hacer más
no es cuestión
tampoco
de dejar brillar la luna y contemplarla
a solas
a secas
no es cuestión
no
de danzar una ronda interminable de caretas y gestos dirigidos
ni de inventar el pétalo en que tiemble
de nuevo
la primera gota
de rocío
sí
no
sí
abrirse ¡pero cómo! como una flor tocada por la luz
la luz desentrañar gritar buscar abrir cerrar
buscar
unos labios y en los labios
lo que ya sabemos
y se pierde
no es cuestión de
esperar
la aparición de un dios
en el lugar insólito
en Gomorra incendiada
en Sodoma
en el centro mismo de un corazón que ignora
en el nuevo relámpago
de luces mercuriales
o de ojos que brillan
que buscan
que prometen
ojos que son tal vez quién sabe
el reflejo de una nada que se busca
se excede
y se proyecta
en una sombra inmensa
en su contrario absurdo
en un total
un todo
un Todo
tan inalcanzable e incomprensible
como la nada misma
el Absoluto
reverso de sí mismo
y un andar y un andar
de hormigas cacareando
de huestes siempre infieles
de torturas y goces
incompletos
y un andar
un
andar andar andar
ya veo
qué veo
me veo
y veo lo mismo
y
nada
no era
después de todo
lo que yo quería decir
sino
“la marquesa salió a las cinco”
sólo que para poder salir a las cinco
la marquesa
tuvo que regresar al vientre
de su madre
y volver a salir
pero sin esfuerzo
sí
sin esfuerzo
porque yo y tú
somos la luna
y por eso brillamos
sin esfuerzo
y si no lo crees mírate brillando sin saberlo
Sentido del arte o también aquí hay un círculo
Y ése es Miguel Ángel
ese viejo
que sostiene
a la Virgen
que sostiene
a Cristo
y Cristo Cristo somos nosotros
tú y yo todos
y también somos los ojos
que sostienen con su mirada
(que es la de Miguel Ángel)
a Miguel Ángel
que sostiene
a la Virgen
que sostiene
a Cristo
que somos
nosotros
Informe sobre el clima de Inglaterra, 1982
Aquel año el verano fue apenas la esperanza del verano
tardes de sol después de lluvias grises
viento a veces
de pronto un largo día veraniego
un alivio de olanes y de hombros desnudos
brisas tibias
que pasó pronto
en un país en donde el clima es la principal preocupación del hombre
ni siquiera los motines de jóvenes desempleados
con sus gritos fascistas
sus cabezas rapadas
y saludos nazis
ni el resentimiento que rezuman tantos ojos brillantes
transformado de pronto en una guerra
contra la policía
rompe por mucho tiempo la superficie de la complacencia
la boda real llegó más hondo
conmoviendo
las fibras íntimas de innumerables
corazones femeninos
esa espina dorsal conservadora
amante de erigir altares
y comprar chucherías
los viejos de ambos sexos y todas las edades se encontraron de nuevo
en un mundo largo tiempo perdido
al cual intentaban regresar desde hacía tantos años
en que los príncipes
eran altos y apuestos
y se enamoraban perdidamente
de una bella Cenicienta
y todo terminaba en matrimonio
pero antes y después el clima
ése sí importa
lo tenemos siempre con nosotros
no como las bodas reales
o motines
tal vez los pobres estén siempre con nosotros
pero
generalmente
en su lugar