Soneto a las tentaciones alimentarias
El gastronómico placer anima
la harina que en pastel adquiere forma.
Tu libera de toda forzada horma
el vivir que el antojo tanto estima.
No sea causa de ninguna muina
ni comida chatarra que deforma
ni azúcar demasiada que transforma
tu figura contenta en triste ruina.
No sea causa: disfruta el momento.
Tu doctor tal vez te advierta, severo,
haz ejercicio y tu dieta reforma,
pero el Buda sonríe: el alimento
aprecia en su transcurso pasajero.
Que el sabor sea del sabio la norma.
Soneto a las sensaciones intensas
Obedece al impulso que te obsede:
disfruta en lo profundo cuando bebas
el agua viva que el placer concede.
El paraíso en este mundo pruebas.
Tanto azul en total el cielo excede
que lo pleno en su esencia así compruebas.
Ve claramente lo que a lo alto accede
y goza cuando tus sentidos cebas.
La conmoción abstracta del orgasmo
revela una verdad perecedera
donde se alían lucidez y pasmo:
que viva largamente la libido
en su ansiosa delicia pasajera
porque sólo lo vívido es vivido.
Soneto sobre el misterio de la vida consciente
¿Cómo comprender la materia urdida
de lábil fibra y persistente brea
que en el cosmos hostil se agrupa y crea
el milagro de lo que cobra vida?
Fuerza tenaz de célula ceñida,
extraño humor que en su interior flamea,
en el seno de insustancial jalea
se aferra a su fatalidad herida.
En un momento clave se detiene
y mira, atónita, cómo se trunca
el principio sutil que la sostiene.
En suspenso la suerte de su estado,
percibe, sin esclarecerlo nunca,
el tremendo misterio de lo dado.
Soneto a la variedad de la vida
De la arcaica bacteria a la magnífica
ballena, de los bosques venerables
a la formicular ciudad prolífica,
de sus profundidades insondables
se desenvuelve la vida, mirífica,
en sus metamorfosis incontables.
Reza la mantis su oración beatífica
ante tantos milagros adorables.
No es la muerte sin fin sino la Vida
que en los confines del cosmos prospera
más allá de la lógica medida:
más, más allá, en su evolución estricta,
como crisálida de luz que espera
su floración cabal, suprema, invicta.
* Poemas pertenecientes a Dones del día. Noventa y seis sonetos de ocasión, México, Bonilla Artigas Editores, 2024.

Autor
Dan Russek
Tiberias, Israel, 1963. En 1967 se mudó junto con su familia a la Ciudad de México. Actualmente es profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Victoria, Canadá. Su libro Textual Exposures: Photography in Twentieth Century Spanish American Narrative Fiction apareció en la editorial de la Universidad de Calgary en 2015. También ha publicado ensayos literarios y libros de poesía, entre los que destaca Tornasol (1993), Ejercicios de mística urbana. Poesía práctica (2020) y Dones del día. Noventa y seis sonetos de ocasión (2024).