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No. 90 / Junio 2016 |
Jan de Jager Leaves of Grass un prado de noche: su mínima de luz de luna su ínfima Al grano El fulano dedicó diez años de su vida a escribir una vasta novela de compleja trama, novecientas páginas de intrigas y de personajes pintorescos, patéticos. No conforme con el resultado, dedicó otros diez años a pulir, abreviar: a quitar todo lo superfluo. Al final de todos sus esfuerzos, solo quedó la palabra “Y”. basado en una idea de Alejandro Jodorowsky Por propiedad física de los espejos enfrentados En la superficie de tus ojos y en ese reflejo en los tuyos, en los míos, cada vez más pequeños, Y eso que es apenas en la superficie Mistaken identity Al año y medio me raptaron de mi cunita A los cinco me raptaron de mi cama A los catorce me lo hicieron Soy otro, y otro, otra vez otro. A veces me pregunto aquel gorila blanco copito de nieve en el zoológico de Barcelona* sentado te acuerdas se cagó en la mano quería estar a solas un instante detrás de una cortina Lombriz Es una larga historia. Primero escribí Het land van bestemming, libro que se perdió en su casi totalidad (ver “El libro de los libros perdidos”, en Noventa novelas). Algunos de los pasajes que pude rescatar, los usé para armar poemas en prosa para el libro Let u maar niet op de rommel. Lo que sigue es el traslado de poesía a prosa, y de holandés a castellano, de uno de esos textos (tomándome las libertades que un traductor no debería, pero que un escritor se permite con su propia obra…). Holanda, años sesenta. Estamos jugando en el jardín del fondo de lo de Michiel, un vecinito de Bert. Baldosas y cantos rodados, medianera de madera, pintada de verde. Bert sin querer pisa una lombriz. La mitad de la lombriz, hecha puré, se quedó pegoteada a una baldosa. La otra mitad se contorsiona procurando liberarse. Sale al jardín el papá de Michiel: ¿Eh, pibe, qué hacés? Sí, bueno, la mitad esta va a poder sobrevivir. Te voy a dar, pendejo de mierda, abusador. Para mi enorme sorpresa, el tipo me da una patada. Me grita enfurecido: Tomatelás. Desaparecé de mi vista, Michiel, vení para adentro. No quiero que te juntes con esta clase de gente. ¿A vos te gustaría que te aplasten, sorete? ¿O preferís que te corte en dos, basura? (Vámonos Quico. No te juntes con esta chusma) |
* Este texto es una traducción de mi original holandés “Die witte gorilla”. Es una amalgama de las diferentes versiones producidas en un taller de traducción realizado en la Casa del traductor, Vertalershuis, de Amsterdam, moderado por Diego Puls. Incorpora elementos de las versiones realizadas por: Gabriela Chiesa, Gabriela Canseco, Elisenda Saguer, Marcela Cazau, Conchita Alegre y Rafael Lechner. A todos ellos, muchas gracias. |