Lenguas originarias
Por Kalu Tatyisavi
|
Es cierto que este tiempo es muy breve para hablar de tradición y generación poética, pues éstas se forman como conclusión y con madurez a través del tiempo y la constancia, así como del fracaso y el desengaño pero, en estos casos, se debe, sobre todo, a las circunstancias políticas y a la altísima marginalidad social de la población hablante de estas lenguas, que persisten sin cambios esenciales a la fecha. Por todo lo anterior, no se le puede exigir mucho a este tipo de poesía. Sin embargo, es necesaria la valoración y el juicio amplio, sobre todo en aspectos como la cantidad y calidad de sus publicaciones, el abordaje de otros géneros literarios o la creación de los mismos, además de la interrelación de los becarios con su comunidad y la ciudad, la correlación de lo oral con lo escrito, aunque lo más importante es la revaloración y persistencia de esta poesía para la revitalización de sus lenguas. La discusión y la crítica entonces son necesarias para esta poesía porque son inexistentes, lo que existe son antologías, que generalmente ofrecen una mirada complaciente y parcial. Esta discusión y crítica debe destacar que todos los poetas son al menos bilingües, ejercen la autotraducción, y no se les reconoce como traductores, además, la sociedad mexicana no está preparada para escuchar las distintas lenguas; después de una lectura, su expresión se reduce al ¡qué bonito! |
No. 53/ Octubre 2012 |
|
Lenguas originarias
Por Kalu Tatyisavi
|
Es cierto que este tiempo es muy breve para hablar de tradición y generación poética, pues éstas se forman como conclusión y con madurez a través del tiempo y la constancia, así como del fracaso y el desengaño pero, en estos casos, se debe sobre todo, a las circunstancias políticas y a la altísima marginalidad social de la población hablante de estas lenguas, que persisten sin cambios esenciales a la fecha. Por todo lo anterior, no se le puede exigir mucho a este tipo de poesía. Sin embargo, es necesaria la valoración y el juicio amplio, sobre todo en aspectos como: la cantidad y calidad de sus publicaciones, el abordaje de otros géneros literarios o creación de los mismos, además de la interrelación de los becarios con su comunidad y la ciudad, la correlación de lo oral con lo escrito, aunque lo más importante es la revaloración y persistencia de esta poesía para la revitalización de sus lenguas. La discusión y la crítica entonces, son necesarias para esta poesía porque son inexistentes, lo que existe son antologías, que generalmente ofrecen una mirada complaciente y parcial. Esta discusión y crítica debe destacar que todos estos poetas son al menos bilingües, ejercen la autotraducción, y no se les reconoce como traductores, además, la sociedad mexicana no está preparada para escuchar las distintas lenguas; después de una lectura, su expresión se reduce al ¡qué bonito! Al hablar de generación tratamos de ubicar una época, pero hay algunos poetas que comenzaron a escribir desde antes de la década de los 90; uno de estos poetas es Itamintya, cuyo nombre de pila es Patricia Sánchez, quien pertenece a la Ñuu Savi “Nación de la Lluvia” y cuya lengua es Tu’un Savi ”Palabra de la Lluvia”, denominada por la historia oficial simplemente como ‘mixteca’. Itamintya participa en la quinta edición del Festival de Poesía las Lenguas de América, organizado por la UNAM. Ofrezco una interpretación sobre tres poemas, aparecidos en México: diversas lenguas una sola nación. México, Tomo I, Escritores en Lenguas Indígenas, 2008. Itamintya habla desde lo interno profundo, de su función como ser humano que resguarda la naturaleza porque es ella misma. En su primer poema Cuidadora, es la madre-mujer-guerrera-guardiana-protectora la que defiende a la “tierra/ raíz/ memoria”, y que busca junto al hombre, un “mundo de colores” en “reconcilio eterno”. Itamintya ve entonces la relación humana con la naturaleza fragmentada, rota; roto el atardecer de sus cantos y palabras, y de su cultura en general, por ello su propuesta estética, sus ojos y deseos van hacia esta restitución. En el siguiente poema Mujer, es más clara la función del poeta y, en concreto, de la mujer como conservadora de la memoria, valgan los versos finales donde se muestra su decir directo y exponencial: “el fuego habla con el grito del árbol seco/ para esparcir tu voz en humo como un canto de libertad/ y quedar impregnado por siempre en esta tierra.” En el tercer poema se destaca la situación de su lengua, cultura e historia, no alejadas de la urgencia ecológica del mundo moderno que se basa más en el raciocinio y en la ganancia que en el sentimiento, por ello el título Las piedras lloran: “Las piedras lloran del fracaso/ de la inteligencia/ los mares se vuelven/ rocas ante la inmundicia del alma/ los amaneceres se tornan negros y tristes/ el sol se enfría/ ante la soledad de la sonrisa/ la madre tierra…/ agoniza…”. Los poemas de Itamintya son rememoración y búsqueda, sueño y visión, ante una realidad apabullante que intenta ser uniforme. Para escuchar a Itamintya es recomendable asistir a su próxima lectura, donde se pueden dar cuenta de las tres características fundamentales de su lengua, que es tonal, glotal y nasal; lo primero, se puede mostrar desde lo auditivo; lo segundo, se marca con un apóstrofo entre palabras y; lo tercero, se escribe con una N al final de las palabras, pues todas éstas terminan en vocal. Sin duda, es la población y la comunidad hablante de estas lenguas quienes deben tomar en sus manos su presente y futuro, pero estos poetas no deben temer la reescritura, la resignificación y la creación, tampoco deben tener miedo a una propuesta poética que experimente, deben arriesgarse, es decir, si ya no tienen pena por hablar su lengua en público, no deben tenerla en una escritura desde el naufragio, el vacío y la imposibilidad. En el caso de la poesía, esto generará, con el tiempo, una tradición tal y como dice T. S. Eliot: “Un pueblo puede ser apartado de su lengua y se le puede imponer otra en la escuela, pero a menos de que se enseñe a ese pueblo a sentir en una lengua nueva no se habrá erradicado la primera, y reaparecerá en la poesía, que es el vehículo del sentimiento.” A los poetas actuales en lenguas originarias mexicanas les sugiero: honestidad y resistencia, algo muy difícil y subjetivo, porque considero que de este tipo de poesía deben tomar en cuenta al menos tres aspectos: su lengua, cultura e historia, ello porque todavía cumple una función social de preservación o, por lo menos, se debe intentar desde la comunidad, es decir, debe ir más allá del espectáculo inmediato. Esta columna trata entonces de mostrar la poesía en sí misma, sin ese calificativo de ‘indígena’, que refuerza los proto o pre poemas. ¿Cuántas lenguas se encuentran en esta situación de extraoficialidad, y se resisten a la glotofagia en el mundo? Imposible saberlo e imposible publicarlas todas, pero este espacio está abierto para muchas. Na kuncha Kumi anua tsisa che’eso Cuidadora Tengo alma de mujer guerrera
Ña’a Ndakanini nuú Mujer Cuéntame la historia
Ndai kue yuu Ndádá anua To’ó ña kee nduchi nuu tsitu nana ñu’un Tsáku kue yuu nuu ña koó schaki nini Las piedras lloran Desgarrar el alma Lágrimas inundan la madre tierra Las piedras lloran del fracaso |
{moscomment} |