Arturo Loera
(Chihuahua, 1987)
Farsa de Aurora
Huir así como la fiebre
en farsa de aurora o de diablo
Ernesto Lumbreras
Aurora no llama.
Aurora no toca la puerta.
Pensaba volver cuando le dije
que la noche era de paso,
que de Torreón a Chihuahua
las horas son cortas,
mentía.
Y Aurora tuvo miedo.
En el bar todos me hablan de Aurora
mientras llora la cerveza, ahogándose
en sus lágrimas de escarcha.
Nadie va a pagarme la resurrección
Tengo unas monedas de plata
que encontré tiradas en la banqueta
y en mi bolsillo se han vuelto perlas
y en la ciudad, un pedazo de carne.
Tengo unas monedas de plata
que encontré en la puerta de la iglesia
y en mis manos se convirtieron
en sangre y mercurio de Cristo.
Judas debe estar muy decepcionado.
Previendo la pobreza,
guardé una moneda bajo mi lengua.
Estoy dispuesto a sembrarla
y regar con mi saliva
la tierra de la avaricia.
(Dependerá el color en cuestión del sacrificio)
Pensando esto, me quedé dormido
y soñé que de mi costado,
como huesos, costillas y tiempo,
nacían tres monedas negras.
Con ellas voy a comprar
una maleta de obsidiana
para empacar mis huesos
y ya no preocuparme por dinero
y quedarme dormido
y no hablarle a nadie
y esperar que cualquiera,
con su tiempo, costillas y huesos,
quiera pagar una parte
de mi resurrección.
Nostalgia
¿De qué estás nostálgico
si nunca has visto nada?
Carlos Pellicer
Tan joven y ya imagino la nostalgia: una tierra
dibujada con el carbón de mis dedos. Tan joven
como a los ochenta se entraña mi retorno. Útero
antiguo que sin dejarte todavía, me haces llorar
como un niño. Tan joven y ya imagino el destierro.
No quiero volver, no quiero irme. El castillo de lodo
que construí de pequeño no ha terminado de
derrumbarse. Tan joven y ya imagino el renacer
abandonado.
El tiempo se inventa un mar
donde se ahoguen
los poemas.
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