No. 57 / Febrero 2013 |
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Del gusto de haberlo conocido
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Mariana Ortiz Maciel |
Tuve la fortuna de conocerlo en el homenaje que le hicieron en la Biblioteca Central de la UNAM, en el año 2008. Esa tarde todavía se dio y nos dio el gusto de hablarnos con una lucidez que hasta dolía, como en sus poemas. Me invadió entonces la sensación, esa casi mística, de estar de veras frente a un poeta. Siguiendo con mi acecho me puse a leer De otro modo el hombre, la entrevista que Josefina Estrada le hizo al poeta por esos mismos años. Fue una delicia eso de poder conocer algunas de sus historias mejor guardadas, convertidas en tantos y tan adoloridos poemas de amor, como aquella de la famosa dedicatoria de El manto y la corona: “Aquí debería estar tu nombre”, hecha para la mujer que le hizo conocer, como dice la canción, ‘todo el bien y todo el mal’. Como me sucede con Borges, me era difícil imaginar a Rubén Bonifaz Nuño siendo un niño, pero me encontré con un recuerdo suyo que me lo retrató. Aquel de su amiguito de la escuela, que al preguntarle cómo era Rubén en ese entonces contestó: “No sabía pelear, pero nunca se rajaba”. Con esa impresión me he quedado yo también de Bonifaz, la del hombre que no se raja, la del que acepta el dolor como se acepta el goce, teniendo siempre con que pagar por él: “Cuando me acuerdo, se me sube/ lo mexicano a la cabeza,/ y me dan ganas de decir que nada/ se me ha dado de gorra; que todo cuanto tengo lo he pagado; que pago cuando pierdo, estoy conforme, y cuando gano, pago;/ porque soy hombre, y porque tengo.” Era así como Bonifaz entendía lo que era ser hombre, incluso se podría decir, lo que era ser mexicano. Aceptar el préstamo a ‘lo macho’. Quién sabe si conocer al poeta sea conocer al hombre. Pero la dignidad con que Bonifaz vivió, es de la misma grandeza que hay en su poesía; la del que creía en héroes y guerreros, después de haber sentido la rabia y la ternura de vivir, en ese oscuro camino a la vejez, la del que nunca olvidó la importancia de hacer de la palabra y la hermandad un fuego de pobres.
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