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No. 54 / Noviembre 2012 |
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III Caramelos y una hormiga. Breve ataque de asma. Sedosas las patas recorren un dedo meñique. Este paisaje no es política: hueco, centro de bala o poema. Dos muros hacen un baldío entre sí. Menta, el caramelo es sabor menta. Huella. III Fritura de callo de hacha y calamares, salsa romana. smoked potatoes, grilíed octopus, pickled red onions, tonnato. “AY MADRE MÍA”, SUSURRA EL AYUDANTE DE BARRA. PUERTO RICO, COSTA DEL CARIBE O LAUSTRO DEL ECUADOR. SINFONÍA EN CASTELLANO QUE CORTEJA LA HERIDA EN EL OÍDO. —CARDA, CARDA EL TELAR DE ALPACA, RESALTE EL CUERPO DEL ANIMAL QUE HAY EN ELLA. SEA TEMPLO, CUERPO O CORAZA PARA TI MIGUEL, JUAN O GUSTAVO.
Un continente a pedazos. Trozos de odio vuelto sobre sí. [descienden cuerpos, descienden, franjas de sangre, misma línea sucesoria Al otro lado de la barra susurran de nuevo Y todo el castellano vuelve a ser patria, marea.
INTERMEDIO, SOBRE LA SUPERFICIE UNA BALLENA, EL CANTABA ANTES, HORAS ANTES, LA MULTITUD. NOTAS I Ciento doce escalones como escape, Trastabillo de vocal; rizoma desdoblado en hoja fugitiva; Cara o cruz de un alfabeto zanjado por desgarradura; Reza, no el Padre nuestro o el Ave María, encima del cuero la dura anatomía, sin escolta ya de pecho: Reíamos en la playa la Herradura esclarecidos los miedos; siglo XX, tallado a mano en relieve, sin bisagras, Entonces la risa desvanecía todo oropel, falla y angustia, desciende del ojo de luz -tracería radial que los santos Gira el carrusel horadado de balas, ni la hojarasca atrás de lo inmóvil los amos y un par de viejos ciegos: Gira la espuma/ Cáscaras de pijuayos, arazás, Golpea la puerta, desciende, aprieta: pulpa argolla nudo profético, trituración donde gravita el odio/ los pájaros entonces dormitaban/ Aguarda la boca una intensa geografía de espigas; Levanta la noche, sábado o viernes, cordaje que adecúa la potencia del golpe/ Hosanna Hosanna Hosanna/ La notación servía de medio, retícula de lo informe, ramazón verdinegro donde apenas, Le explico, el orden alfabético terminará por desaparecer/ Largos otoños pentagonales del pecho; sobre la montaña negra se comparte el mismo telón oscurecido por la sangre, da lo mismo si proviene de mar, río, cordillera o público festín de trozos, cadáver/ Aquí, el público tiene la libertad de salir cuando quiera; al hartazgo del espectáculo periodicidad histórica, dirá el entendido/ Desvencijado lenguaje aristocrático, dolido hasta el tuétano, la letra más ebria del castellano “un yunque sonoro abate la caja timpánica,
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* Los conocedores apreciarían la delicadeza del sommelier de haberlo enfriado unos grados más, como se templa una nación antes de ser entregada al tirano. Corte o desuello; esté atento que aquí, si no se huelen las encías del perro, uno muere de desasosiego.
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