septiembre 2018 / Ensayos

Federico García Lorca

En su célebre conferencia “Teoría y juego del duende”, Federico García Lorca diserta con la pasión que lo caracterizaba sobre el “espíritu oculto”, “misterioso poder” que anima y da sustancia al arte verdadero. Lorca diferencia al duende del ángel bíblico y de la musa griega y pide que no se le confunda con el “demonio teológico de la duda”, que desvelaba a Lutero, ni con el diablo católico “destructor y poco inteligente, que se disfraza de perra para entrar en los conventos”. Lorca explica que la musa y el ángel, como corresponde a sus respectivas jerarquías, vienen de fuera y que sus dictados están por encima del hombre; la primera, dice, da formas, el segundo, luces; y ante la inefable intervención de estas potencias el poeta no tiene más remedio que someterse al soplo de un orden más vasto. Ambos son agentes extrahumanos, enviados de la divinidad, muchas veces de manera inopinada y a expensas del propio poeta. Lorca percibe al poder del duende “oscuro y estremecido”, de manera opuesta, como un impulso que reside en el interior del hombre y al que, afirma, “hay que despertarlo en las últimas habitaciones de la sangre”. Como buen andaluz, parte del ejemplo más próximo, encarnado en el canto, la música y la danza de los grandes artistas gitanos y flamencos del sur de España, por quienes profesaba una devoción que habría de señalar su vida y su obra. Ellos saben “que no es posible ninguna emoción sin la llegada del duende”.

Lorca va más lejos y afirma que el artista sólo conseguirá escalar la torre de su perfeccionamiento a medida que se enfrente y luche con este espíritu oculto en su sangre, en la raíz misma de la materia humana. Dice: “Para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio. Sólo se sabe que quema la sangre como un tópico de vidrios, que agota, que rechaza toda la dulce geometría aprendida, que rompe los estilos…” Y habla de Goya, de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz, de Rimbaud y de Lautréamont, como otros tantos hombres y mujeres a quienes considera inmersos en el misterioso poder. Frente al soplo inmaterial del dictado divino, Lorca opone el encuentro con este impulso que alienta y se mantiene oculto en la sustancia humana. Frente a la aceptación del orden impuesto por medio de la musa o del ángel, Lorca entiende en la irrupción avasalladora del demiurgo la transformación de un orden y el nacimiento de otro nuevo y desconocido. Afirma: “La llegada del duende presupone siempre un cambio radical en todas las formas sobre los planos viejos, da sensaciones de frescura totalmente inéditas, con una cualidad de rosa recién creada, de milagro, que llega a producir un entusiasmo casi religioso”.

Rechazo, ruptura, cambio radical, entusiasmo casi religioso. Lorca ve en ellos a los postulados de un arte que habrá de surgir gracias a la lucha con el duende, habitante de la “materia viva” del hombre. Y ve en esta batalla un continuo devenir de las cosas que se transforman sin cesar, sin repetirse nunca, “como no se repiten las formas del mar en la borrasca”. Esta poética habrá de alcanzar, en la obra de Lorca, su mejor expresión en un conjunto de veintiún poemas escritos, la mayoría, durante el último año de su vida (1936) y a los que, a la usanza de los maestros árabes de Al-andaluz, reunió con el título de Diván del Tamarit. Hay en ellos el despliegue de una mirada que atraviesa el paisaje y se aproxima a las cosas para captarlas en el instante de su transformación. Al comentar uno de estos poemas, la “Casida de los ramos”, Jorge Guillén ve el origen del poema en la impresión causada por la devastación de una tormenta en una huerta, “los ramajes rotos y la irrupción de unos chiquillos”. Sin embargo, afirma, la visión de Lorca “trueca el Tamarit en un jardín real, un jardín con una amplitud fantástica donde caben seres nunca vistos, destinados a manifestar una emoción real”. La muerte acecha al jardín y a los ramajes que son una imagen de nuestra condición humana. “Los perros de plomo”, que aparecen en la primera estrofa, se han transformado, en la última, en “niños de velado rostro” que aguardan expectantes la caída, el deterioro final. “El lento instante del quebranto” —para decirlo con un verso de Gorostiza—, que habrá de llegar de manera natural, como consecuencia de un implacable designio. Los ramos, dormidos, ignorantes, están como nosotros, sin pensar en la lluvia y menos aún en la penumbra que avanza, empuja y precipita la caída.

La muerte o su imagen móvil, abierta, fecunda, aparece desde el primer poema y a todo lo largo del Diván. No en vano, en la citada conferencia, Lorca había escrito: “El duende no llega si no ve la posibilidad de muerte, si no tiene la seguridad de que ha de mecer esas ramas que todos llevamos…”. Sólo de esta lucha incesante, parece decirnos, en plena posesión de la muerte propia, puede surgir la creación. La muerte aviva el espíritu adormecido y lo abre hacia un espacio en el que puede percibir los cambios que se operan en el seno de la materia. El conjunto de las gacelas y de las casidas que conforman el Diván del Tamarit es un momento clave de la poesía de nuestra lengua. Hay en él una auténtica renovación, contemporánea al Neruda de Residencia en la tierra, que en el poeta andaluz alcanza una extraordinaria concentración, como si fuera la sustancia misma de las cosas que fluyen y se transforman al ser nombradas. “El duende”, asienta Lorca, “ama el borde, la herida, y se acerca a los sitios donde las formas se funden en un anhelo superior a sus expresiones visibles”. Es un anhelo casi religioso y hondamente terrenal. Como las palomas oscuras del poema final que al cambiarse la una en la otra asisten a su desaparición, a su disolución en la nada. Lorca se descubre inmerso en ese tránsito, en ese cambio radical que habrá de resolverse en un más allá de las formas y que resume en los cuatro versos con que acaba la “Gacela de la huida”:

Como me pierdo en el corazón de algunos niños,
me he perdido muchas veces por el mar.
Ignorante del agua voy buscando
una muerte de luz que me consuma.



* Adelanto del libro Las piedras y el arco, de próxima publicación en la colección Prosa Nostra, de la Universidad Autónoma de Querétaro.


Autores

Jorge Esquinca

Ciudad de México, 1957. Poeta, ensayista, traductor y editor. Autor de una veintena de libros, entre los que destacan El huso de Andrómeda (poesía) y Rimbaud A/Z (ensayo), publicados ambos en 2023. Traductor de poetas de lengua inglesa y francesa, dirige el sello Mano Santa Editores, especializado en pequeños libros de poesía. Vive en San Antonio Tlayacapan, en la ribera del lago de Chapala, Jalisco.

Dana Gioia

/ Los Ángeles, Estados Unidos, 1950. Poeta y ensayista. Es autor de cinco libro de poemas, incluidos Interrogations at Noon [Interrogaciones al mediodía, 2001], con el que obtuvo el prestigioso American Book Award [Premio al Mejor Libro Estadounidense], y 99 Poems: New & Selected [99 poemas nuevos y escogidos]. De entre sus cuatro volúmenes ensayísticos destaca ¿Can Poetry Matter? [¿Importa la poesía?, 2002], que propició un debate internacional sobre el papel de la poesía en la sociedad contemporánea. Presidente del Fondo Nacional de las Artes [NEA] de su país entre 2003 y 2009, Gioia es el actual Poeta Laureado del Estado de California. La editorial mexicana El Tucán de Virginia editó en 2010 —con traducciones de José Emilio Pacheco y Elsa Cross, entre otros— una antología poética de Gioia: La escala ardiente / The Burning Ladder.

Valeria List

Puebla, Puebla, 1990. Poeta y traductora. Estudia la maestría en Letras Españolas en la UNAM. Trabaja en el Departamento de Publicaciones del IIBI-UNAM. Es cofundadora de la agencia de servicios editoriales Ahuehuete. Escribe en huellademyo.wordpress.com.

Olmo Balam

/ Ciudad de México, 1990. Es ensayista, periodista cultural y traductor. Editó de 2015 a 2018 la revista digital Correo del libro (Librerías Educal). Textos suyos han aparecido en Crítica24 horas y en La langosta literaria. Mantiene un blog, La reproducción de los árboles, en Medium. Actualmente es director del sello Grano de Sal.

Andrea Cabel

/ Perú, 1982. Doctora en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Pittsburgh. Escribe artículos de crítica literaria y de periodismo cultural en diversos medios. Ha obtenido becas a la investigación y al trabajo de campo en la Amazonía peruana. Es autora de cuatro libros de poemas: Las falsas actitudes del agua (2006), Uno rojo (2011), Latitud de fuego (2011) y A dónde volver. Poemas reunidos (2016).

Ernst Jandl

/ Viena, Austria, 1925 – Viena, Austria, 2000. Poeta y traductor. Reconocido por su obra de carácter experimental, trabajó con elementos visuales y sonoros a lo largo de su obra. Tradujo a autores como Gertrude Stein, Robert Creeley y John Cage, y fue distinguido con el Premio Büchner, el más importante en lengua alemana, y el Gran Premio Estatal de Literatura de Austria.

Demian Ernesto

/ Ciudad de México, 1991. Estudia la maestría en Estudios Políticos y Sociales, con especialidad en Literatura y Poder, en la UNAM. Su primer libro, La lección de Steiner, ha sido publicado por la UNAM. Ganador del 4° Concurso de Ensayo Literario del Festival Cultural de Diversidad Sexual y Género 2018, del Concurso Ediciones Digitales Punto de Partida 2019 (categoría Ensayo) y del Premio Difusión de la Lectura Alonso Quijano UNAM 2019.

Iveth Luna Flores

/ Apodaca, Nuevo León, 1988. Egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL. Ha publicado Comunidad terapéutica (FETA, 2017 - Premio Nacional de Poesía Francisco Cervantes Vidal 2016); sus poemas y crónicas han aparecido en revistas como Punto de Partida (UNAM), Estudios (ITAM), Tierra Adentro, y en antologías como Bidi Bidi Bom Bom (Paraíso Perdido - UANL). En el 2016 fue becaria del Centro de Escritores de Nuevo León. Actualmente es becaria del FONCA 2019-2020.

Abraham Truxillo

/ Acapulco, Guerrero, 1983. Es autor del libro de poemas Postales del ventrílocuo (2011). Ha colaborado en medios impresos y electrónicos como Revista de la Universidad de México, Letras Libres, Tierra Adentro, Casa del Tiempo y La Jornada Semanal, entre otros. Es coautor de Bestiario marino (https://bestiariomarino.github.io/bestiariomarino/), obra de literatura electrónica programada por Lidya Cota, la cual recibió una mención honorífica en el Concurso Nacional Julio Torri de Literatura Digital 2021.

Valeria List

Puebla, Puebla, 1990. Poeta y traductora. Estudia la maestría en Letras Españolas en la UNAM. Trabaja en el Departamento de Publicaciones del IIBI-UNAM. Es cofundadora de la agencia de servicios editoriales Ahuehuete. Escribe en huellademyo.wordpress.com.

Lorena Camarena Osorno

/ Ciudad de México, 1974. Artista plástica. De 1996 a 2002 estudió la Licenciatura en Artes Visuales, con especialidad en Pintura, en la Universidad de Guadalajara. De 2002 a 2006 fue investigadora del Museo Nacional de San Carlos y posteriormente fue subdirectora de Servicios Educativos del Museo Nacional de Arte. Ha realizado 18 exposiciones individuales y participado en 33 colectivas en México, Canadá, Francia, Estados Unidos y China. Su obra ha sido seleccionada para diversos salones de arte y bienales, destacando el XXIII Encuentro Nacional de Arte Joven, Aguascalientes (2003), Mexique. Peinture contemporaine, en el Instituto Cultural de México en París (2007/2010, mención honorífica) y la 9ª Bienal de Beijing, China (2021). Desde 2020 es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Su exposición actual, Alguna vez el Paraíso fue presentada en la Embajada de México en el Reino Unido.

Valeria List

Puebla, Puebla, 1990. Poeta y traductora. Estudia la maestría en Letras Españolas en la UNAM. Trabaja en el Departamento de Publicaciones del IIBI-UNAM. Es cofundadora de la agencia de servicios editoriales Ahuehuete. Escribe en huellademyo.wordpress.com.

León Plascencia Ñol

Ameca, Jalisco, 1968. Escritor, editor y artista visual. Vive en Ciudad de México. Ha obtenido, entre otros, los premios Iberoamericano de Poesía Jaime Sabines para Obra Publicada 2010, el Nacional de Cuento Agustín Yáñez 2008 y el Nacional de Literatura Gilberto Owen 2005. Sus libros más recientes son La música del fin del mundo (novela), Paisajes sin habitaciones blancas (poesía) y Atenas 317 (poesía, fotografía, intervenciones visuales). Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Iveth Luna Flores

/ Apodaca, Nuevo León, 1988. Egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL. Ha publicado Comunidad terapéutica (FETA, 2017 - Premio Nacional de Poesía Francisco Cervantes Vidal 2016); sus poemas y crónicas han aparecido en revistas como Punto de Partida (UNAM), Estudios (ITAM), Tierra Adentro, y en antologías como Bidi Bidi Bom Bom (Paraíso Perdido - UANL). En el 2016 fue becaria del Centro de Escritores de Nuevo León. Actualmente es becaria del FONCA 2019-2020.

Traductores

Valeria List

Puebla, Puebla, 1990. Poeta y traductora. Estudia la maestría en Letras Españolas en la UNAM. Trabaja en el Departamento de Publicaciones del IIBI-UNAM. Es cofundadora de la agencia de servicios editoriales Ahuehuete. Escribe en huellademyo.wordpress.com.

Valeria List

Puebla, Puebla, 1990. Poeta y traductora. Estudia la maestría en Letras Españolas en la UNAM. Trabaja en el Departamento de Publicaciones del IIBI-UNAM. Es cofundadora de la agencia de servicios editoriales Ahuehuete. Escribe en huellademyo.wordpress.com.

septiembre 2018