Lo que este reino nos propone
| Inéditos
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la flor, decía alguien,
es el cerebro de las plantas
pero hay que decir
es un cerebro que se expande
en el plano del sexo
la flor produce formas no moldea
más bien
concentra una fuerza:
es más como volver a los humanos abejas
más como Darwin que dijo
quiero ver a la catasetum
cuando dispara su polen
dijo
no descansaré hasta que tuerza
frente a mí su columna
dijo
y se volvió abeja
descubrió cómo tocar a las orquídeas,
vio cómo el polen viaja y viaja
llega tan lejos de la historia
de la abejita y la flor, ese mito
oxidado, heterosexual:
cuando hay tejidos que en las flores
se activan cuando las rozan,
cuando sienten a los insectos calentones,
cómo escalan sus tallos,
lo ven las científicas, las poetas, lo vio Darwin,
y luego no pueden ver nada más
entregan su juventud a mirarlas,
cuando tienen tantos tipos de órganos
que otra especie ha separado en
masculino
femenino
y ellas los sienten juntos
y en ellas lo uno no excluye lo otro
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ahí donde a la flor su forma
no sabe conducirla
en lugar de ir, atrae
en vez de avanzar, se prolonga
como la flor del borrachero,
como la del brócoli,
se entregan a una tarea
impensable en otros reinos:
moverte sin ir
hacia lo que deseas
ser maestra como la flor
en el arte de las apariencias
ser, se dice así, floritura,
pura demostración,
saber que el placer
inicia y va a terminarse,
cuando todo quiere permanecer
ser estacional
como un cuerpo que se adora
como un cuerpo de flor
ser cuerpo de flor y también
un medio para comunicar
a las matas con los insectos
a las matas con los perros
a las humanas con las matas
no tener los órganos sexuales ocultos
ni el sexo oculto
como las orquídeas
de plantas y sueños:
su viboreo
su raíz cardiaca
a los pliegues de los sueños
se acercan hervidas:
así unas indias dice Fernández de Piedrahíta
pusieron en la comida de los soldados
de Jiménez de Quesada
cierta hierba que se llamaba tetec
para que no las violentaran, dice
y ellos tetec
ellos alucine y alucine
sienten el cerebro machacado
se meten piedras en la boca
ellos
caen rendidos y sueñan
como hace tiempo ya no sueñan
en el fondo del ojo
encuentran ciertas plantas lo tierno
se regodean en el fango
conocen la vanidad
¿la planta imagina a la flor?
y la flor es una idea que
no se opone a la materia
es idea que brota en masa
como esas flores
que les dicen pensamientos
brotan en terrazas en andenes
en las materas
dicen los pensamientos
observa las plantas
que se acercan a ti
la forma de la flor es invención
en el pensamiento de planta no hay duda
en el pensamiento de planta un plan
de cara al acto:
la flor, de ser posible muchas
de ser posible una bandada
y que germinen
otras formas dulces como frutas
concebir una dulzura
blanda al tacto como un durazno
una dulzura
que atraiga a los animales,
que vaya del estómago a la mente
y de la mente al estómago
cuánto sí en una flor
para hacer con el pensamiento
Leche de gallina, hierba golondrinera, hinojo marino, quitameriendas, monedas del papa, gota de sangre, botón de oro, clavelina de los cartujos, pimpinela, arañuela, mercurial,
ombligo de Venus, diente de perro, hierba de San Juan,
reina de los prados, hierba de los gatos, raspalenguas, hierba lechera, tembladera, agujas de pastor, campanilla de las nieves, dondiego de día,
orozuz falso, amor de hombre, pamplina, uña de caballo, zarzaparrilla, pan de puerco, grama de olor, dama de noche.
también hay flores más cerca
de lo que se come y no se dice:
flores rellenas como el calabacín
flores que se abren y hacen té
la florifagia: una advertencia:
su carne suave de pétalo
su jugo que dice mojando
en la noche del subsuelo
una percepción sin órganos
sin lengua
dice un científico
lo que este reino nos propone es
una percepción sin órganos
un ver independiente del ojo
más cercano al tragar
a ser toda ojos que buscan
propone un oír
capaz del agua en el subsuelo
capaz de ser toda oídos
toda pelos que escuchan
dice, si no es eso ver
no sé entonces lo que es
si rastrear en lo oscuro no es oír
no sé entonces lo que es
si no es esa la prueba
de un pensamiento sin cabeza
de una razón subterránea
de una razón que perfuma
un pensar desnudo como están las plantas
nada entre ellas y el mundo
un reino que no huye de sí
como los animales

Eliana Hernández / Bogotá, Colombia, 1989. Es poeta y antropóloga. La mata (2020), su primer libro, obtuvo el Premio Nacional de Poesía de Colombia en 2021. Se graduó de la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad de Nueva York y tiene un doctorado en literatura hispánica de la Universidad de Cornell. Forma parte de Lugar Común, red y cooperativa de escritores latinoamericanos que trabajan por el acceso a la cultura pública.