El hijo sale del fondo del texto
| Inéditos
[Transcripción]
Alquilar una casa
cuando me arrancaron la casa.
Voy de camino, pero nada se mueve.
Va de lo oscuro hacia el monólogo.
Van los pájaros del gusano al aire (¿o era al revés?)
Tres años sin recta final: debes estar
en donde no tienes que estar.
¿Yo fui aquel que observó
al martín pescador saltar
a plena luz esférica, a plena alma sin bridas?
[…]
Hola, ¿cómo estás hoy? ¿Algo mejor? […]
(El móvil queda comunicando y el jadeo del sonido telefónico se suspende.)
[Desleer]
¿Qué puede hacer? ¿Por dónde huir? Ya nos dijimos: Ya has huido.
No puede salir ni entrar, ni ir a derecha o izquierda. Las paredes aprietan
y el viento arruga la frente.
Gruta real: Ayúdame.
El turismo de tantos muertos
gira alrededor de las rosas.
El parto y partir y…
Fuga de aves sin nombre.
Fuga y más fugas.
[Escrilectura]
Más que de donde hemos nacido
somos del lugar que amamos
y lectores agradecidos
que tenemos lo que damos,
hacemos diversos un solo
gran poema donde no hay
más patria que la vida.
Ponç Pons
La mente de la camomila
saca los amarillos
de su miel,
de su música,
de su lluvia.
Cada vez más allá…
Cada vez más…
Cada vez más sin patria,
sin nacimiento, sin lugar amado
pero cada vez más con país propio.
(Despedida.)
¿Y qué?
Esta campaña ha comenzado bien:
tranquilamente
en casa,
en el ordenador,
en la agencia.
Plazos de concesión. Hay que seguir
manteniendo el modelo el desastre las obras.
Plazos de desahucio. Habrá que proseguir
elevando la dulce nada de las palabras.
[Apunte]
Hacia adelante.
*¿Eh? ¿Quién es? ¿Dónde coño está?
*No lo veo en el espejo, pero, a veces
se empareja a algunos interiores.
*En la ficción puede situarse
tal como era.
*Los escenarios son anónimos
igual que la taberna temática.
*Algunas mentiras no son molestas,
es decir, lo real se vuelve tan ficticio
que no importa.
[Casi una acotación]
Vamos de lo sombrío
hacia la soledad.
Aislados, distantes, pospuestos.
(Fotografía-en abismo-de cuando fuimos héroes por un
día. Pintura de ellos. Un gato de metal sobre la mesa es el único
decorado. La frente gatuna imagina las vidas posibles. En el ojo
partido del felino entran nuestros errores…)
[Esbozo]
Llegar a la casa para marcharse:
fugas de aves sin nombre,
la armonía del desorden,
el yo sin nosotros.
Nos dejaron la despedida,
la derrota, el ahogo.
En el fracaso, la esperanza
es una forma de despojamiento.
30.04.2013
I
(Aquellas calles luminosas no solo por sus primeros
días. Silla de plástico mal pintada. Terraza con macetas sin
plantas. El humo del cigarro en anillos: arras desaparecidas
en el aire isleño.)
Todos los relojes: Las palabras gatean por la primera risa:
allí cuando es aquí
o los días sin días (el amor nos destrozará 03.07.2015):
los lagrimales del río
están cerrados
por periodo de crecimiento
pero en el lado inverso
de las estrellas
se oye el futuro de un recién nacido
La plaza gris del sueño: Entenderás la música
antes que las palabras
igual que le pasó a él… si…
igual que le pasó a ella
(suena la música que les bailó)
entonces notaremos
cómo el cielo deshilará
algún rayo de algún halcón
y en picado calcinará
el aire verdinegro
Sí antes todo fue
un molinillo de papel
girado y girando y giremos
ya no podemos girar y girar
Sangre abierta: Qué lío me hago con las emociones:
los ramajes del miedo crean monstruos
y el gorrión aterriza
como un paracaidista
y este libro se inclina hacia
la izquierda para contemplar el río:
y mapá: mamapá: papá-mamá:
y así regresaremos al origen
a morir de nuevo para cegarnos
en la carne
Figura de pecho hundido: Días sin días en que me susurraba: “Qué sitio tan bonito, pero los pájaros parecen aburridos.”
lector silba muy fuerte a ver si… si… a ver si se despiertan
los pájaros y abren lentamente tus ojillos
y nos devuelven al ahora
pestañean algunas nubes suena el mar a ruido de acantilado
(debajo de las nubes todos nuestros adioses)
no tengas miedo: […] es un monstruo muy amable. Lo que pasa es que le pica
la espalda. Intenta rascarle con una mano y pasar con la otra la página.
Pálido azufre: Pero el mar absorbe aquel
alrededor tan nuestro
pasamos página ¿seguiremos enramando
el universo en la palabra
Adoración”?
isla en donde aprendí a odiar la belleza
noche tras noche
yo hablé de la pequeña historia
de la pequeña camomila
de los barcos perdidos de aquel mapa perdido
¿y dónde ahora?
¿Y para qué?
¿Qué hago con el jamás del jamás?
Para llegar hasta vosotros soplo un diente de león
se deshoja mi rostro joven sobre la duración infinita de nuestro hijo
VIII
(Marcapágina sin libro y autobús hacia el
¿abrazo? Cantos rodados por el corazón en arroyo.
Los montes repiten la desnudez de algún
pensamiento-y lo repeinan. Pasillo largo que estira
algunos rayos solares-por ahora.)
Los viajeros románticos: Yo estoy cerca en el allí
aquí no estoy yo aunque sea
cuántas veces ataste
el ser con el estar
¿solo soy feliz yéndome?
¿por qué te quedaste en esta ciudad?
El bar de siempre: Procuramos la luz
en la cual notamos la transparencia
y para qué
si el viento sigue
prensando la llanura
ella deja que su mano se cierre
para cerrar el mundo
(levanto la cabeza observo el botellero)
ardieron tantos idealismos
con sus pavesas por el aire
Ese reino perdido: Pizarra anónima como única inmortalidad
aquellas nubes naviformes
pasan sobre nosotros
como ataúdes en el río de la conciencia
alguien regresa para conocer un rostro
del sueño llegó el ave del rostro de tierra húmeda
¿cuáles son los límites del rostro?
Frenos por la noche: El hijo juega en el fondo del texto
mientras en el montaje de la memoria se ordenan las secuencias de la nada mientras los dinosaurios se extinguen una vez más en los cuentos ¿recuerdas? te has convertido en lo que habías criticado tener hijos casa fija coche hagamos la autobiografía de algún pensamiento esa será la única inmortalidad por ejemplo: “Quizás, la arqueología submarina/ en una gota de rocío.// Si me ayudas a llegar a nuestra casa,/ si me ayudas/ a quedarme allí,/ te ofreceré la doble vida/ de las nubes en un charco.”
el hijo sale del fondo del texto (22.12.2016)
Metal pesado: El peso de las últimas estrellas
nadie viene a tu encuentro
del solo al solo mas en casa
¿y así sucesivamente: mirarte?
Olor a miedo: Una vez su lenguaje
se confundió con la esperanza
entonces será preciso encontrar
la existencia en los lirios sucios
de estas avenidas burocráticas
miro las nervaduras de las nubes
y todo se hace más sereno
más fluido más ahora
Instantes de verdad: Tuve que irme lo sé
pero nos anudamos a los hijos a la casa a los versos
y delinquimos y no nos importa
y no nos importaron
las asimetrías del rostro
ya dejó de importar
aquello o esto
qué alivio al soltar
los espejitos del yo-yo
Cosas a primera vista: Cuartos que lentamente se desperezan
las cosas sin volumen de una nueva resaca
ese significado desierto de la quietud
el de los sueños rancios y las imágenes lejanas
palabras conocidas que sentimos
que no nos pertenecen
Nadie: Algunos cadáveres siguen
gobernando a algunos vivos
y nosotros sabemos
retomarnos a debida distancia
* Poemas pertenecientes al libro inédito Un adiós abierto.

Julio César Galán / Cáceres, España, 1978. Poeta, ensayista, dramaturgo y profesor en la Universidad de Extremadura. Autor de los libros de poemas El ocaso de la aurora (2004), Tres veces luz (2007), Márgenes (Premio de Poesía Villa de Cox” 2012), Inclinación al envés (2014), El primer día (2016) y Testigos de la utopía (2017). De su poesía se han realizado diversas antologías como Ahora sí (2018), Donde es aquí (2019), Acorde para las aguas madres (2019), Anotaciones cardinales (2019), El inventor del Sí (2020), Sin adiós (2020), Con permiso del olvido (2021) y Los reales ausentes (2022).