Editar poesía: Mantis
| Dossier
1. ¿Para quién editas?
Edito con el autor, a la manera de un diálogo en el cual perseguimos consolidar un proyecto de obra que será, a su vez, propuesta para alguien más. Este “alguien” encajaría mejor en la respuesta que piden, pero no es cierta del todo porque no perseguimos un lector en particular, sino darle vida a un mejor libro. Y digo “mejor” porque el simple hecho de cuestionar un trabajo personal ofrece la posibilidad de confirmarlo o enriquecerlo.
2. ¿Cómo concibes tu labor como editor de poesía?
La revisión, confrontación, análisis y finalización del proceso creativo que constituye un libro es parte de esa edición de la que me enorgullece ser una parte sustancial y no un simple impresor de poemas. Por eso me he dedicado en exclusiva a la edición de poesía, para concentrarme en este género y abarcarlo desde diversas posturas estéticas y no solamente en las que me interesan como poeta. Respeto a los editores que persiguen una sola corriente literaria, pero no los admiro. Mi admiración está con quien aporta mayor diversidad al mundo de la lectura.
3. ¿Cuál es el mayor reto de editar poesía?
Publico lo que mi consejo editorial recomienda, así que el reto es compartido. Confío en el criterio de otros colegas (también ensayistas y críticos) para tener una visión más amplia del panorama nacional e internacional en el cual participamos. De unos años a la fecha, ese reto ha sido apostar por los autores mexicanos para que se traduzcan y publiquen en otras lenguas y países, sea en coedición o por recomendación nuestra.
4. ¿En qué se diferencia la edición de poesía respecto a otros géneros?
Se dice que la poesía tiene menos y mejores lectores y tal vez sea cierto. Hay más gente que busca narrativa (sobre todo cuento) y lecturas por entretenimiento. Así que en lugar de apostarle a esos géneros dinámicos y comerciales, que ahora se nutren de las tecnologías para hacerse visibles y llamar la atención de nuevos públicos, me encamino al público más cómplice, en donde creo que radica la principal diferencia. No es que el lector de poesía sea más inteligente, pero sí es más audaz. La poesía es un género incierto y en esa diferencia me siento muy a gusto.
5. ¿Qué libro de poesía te hubiera gustado publicar y por qué?
Respeto muchísimo el trabajo de los buenos editores, así que cada libro que ellos ponen en nuestras manos me entusiasma, por lo que no envidio los títulos que he leído gracias a ellos: Aullido, Moby Dick, El valle de las mariposas, Historia de mi silencio, etcétera. Más bien, me entusiasma el proceso de algunos libros que he publicado, por lo que exige de convivencia y discrepancia con sus autores hasta que, finalmente, resolvemos qué hacer y cómo presentarlo ante el público. Entre esos autores puedo citar a María Auxiliadora Álvarez, María Negroni, Mario Heredia y Magda Orozco.
6. ¿Cómo convencerías a alguien que no lee poesía de acercarse al género?
No considero que sea labor de un editor el convencer al público de acercarse a la poesía. Nuestro trabajo es hacer buenos libros y tratar de hacérselos llegar de la mejor manera (sea por librerías, venta en línea o festivales). El hábito, gusto o pasión por la lectura de poesía es un asunto personal y le corresponde a cada persona hacerse cargo de su disfrute o su carencia.
7. ¿Cómo ganas dinero para editar poesía? (¿Tu editorial es sostenible económicamente?)
Gran parte del trabajo editorial independiente se apoya en las coediciones institucionales, universitarias y en los diversos apoyos existentes. Por fortuna, desde hace muchos años es posible. En los inicios de Mantis Editores invertí por mi cuenta, ya sea con la venta de un auto o los diversos concursos de poesía que ganaba. Ahora, gracias a la trayectoria de 25 años de la editorial, a que los libros se encuentran bien distribuidos y el sello posicionado entre los lectores de poesía, las ventas son una entrada firme para el sostenimiento de la producción de nuevos títulos.
8. ¿Qué editorial admiras? ¿Por qué?
De las editoriales que publican en español (aunque sea en ediciones bilingües) Lumen y Galaxia Gutenberg, por la belleza de sus ediciones y su gran catálogo. Y le tengo un gran afecto y reconocimiento a Vaso Roto, mi casa editorial.
9. Recomienda un poema.
Quan magnus numerus Libyssae arenae
………………………………………..……
aut quam sidera multa, cum tacet nox,
furtiuos hominum uident amores.
Catulo
Imagínate ahora que tú y yo
muy tarde ya en la noche
hablemos hombre a hombre, finalmente.
Imagínatelo,
en una de esas noches memorables
de rara comunión, con la botella
medio vacía, los ceniceros sucios,
y después de agotado el tema de la vida.
Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón infiel,
desnudo de cintura para abajo,
hipócrita lector —mon semblable—, mon frère!
Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
quien me tira del cuerpo a otros cuerpos
a ser posiblemente jóvenes:
yo persigo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.
¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
si jamás he podido entrar en unos brazos
sin sentir —aunque sea nada más que un momento—
igual deslumbramiento que a los veinte años!
Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
—con cuatrocientos cuerpos diferentes—
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.
Y por eso me alegro de haberme revolcado
sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
mientras buscaba ese tendón del hombro.
Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones…
Aquella carretera de montaña
y los bien empleados abrazos furtivos
y el instante indefenso, de pie, tras el frenazo,
pegados a la tapia, cegados por las luces.
O aquel atardecer cerca del río
desnudos y riéndonos, de yedra coronados.
O aquel portal en Roma —en vía del Balbuino.
Y recuerdos de caras y ciudades
apenas conocidas, de cuerpos entrevistos,
de escaleras sin luz, de camarotes,
de bares, de pasajes desiertos, de prostíbulos,
y de infinitas casetas de baños,
de fosos de un castillo.
Recuerdos de vosotras, sobre todo,
oh noches en hoteles de una noche,
definitivas noches en pensiones sórdidas,
en cuartos recién fríos,
noches que devolvéis a vuestros huéspedes
un olvidado sabor a sí mismos!
La historia en cuerpo y alma, como una imagen rota,
de la langueur goûtée à ce mal d’être deux.
Sin despreciar
—alegres como fiesta entre semana—
las experiencias de promiscuidad.
Aunque sepa que nada me valdrían
trabajos de amor disperso
si no existiese el verdadero amor.
Mi amor,
íntegra imagen de mi vida,
sol de las noches mismas que le robo.
Su juventud, la mía,
—música de mi fondo—
sonríe aún en la imprecisa gracia
de cada cuerpo joven,
en cada encuentro anónimo,
iluminándolo. Dándole un alma.
Y no hay muslos hermosos
que no me hagan pensar en sus hermosos muslos
cuando nos conocimos, antes de ir a la cama.
Ni pasión de una noche de dormida
que pueda compararla
con la pasión que da el conocimiento,
los años de experiencia
de nuestro amor.
Porque en amor también
es importante el tiempo,
y dulce, de algún modo,
verificar con mano melancólica
su perceptible paso por un cuerpo
—mientras que basta un gesto familiar
en los labios,
o la ligera palpitación de un miembro,
para hacerme sentir la maravilla
de aquella gracia antigua,
fugaz como un reflejo.
Sobre su piel borrosa,
cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
Para pedir la fuerza de poder vivir
sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
mientras seguimos juntos
hasta morir en paz, los dos,
como dicen que mueren los que han amado mucho.
Luis Armenta Malpica / Ciudad de México, 1961. Poeta y director de Mantis Editores. Es autor, entre otros, de los libros de poemas Voluntad de la luz (1996), Des(as)cendencia (1999), Ebriedad de Dios (2000), Luz de los otros (2002), Ciertos milagros laicos (2002), Mar siguiente (2004), Sangrial (2005), El cielo más líquido (2006) y Cuerpo+después (2010). Libros y poemas suyos han sido traducidos al inglés, el francés, el alemán, el portugués, el italiano, el catalán, el rumano, el árabe y el ruso. Ha sido reconocido con el Premio Jalisco (en la disciplina de Letras), el Premio Nacional de Poesía José Emilio Pacheco, el Premio Jaime Sabines-Gatien Lapointe y, recientemente, con el Premio Iberoamericano de Poesía Minerva Margarita Villareal 2021 por su libro[Contra] Dicción (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2022).