Hay casas que te hacen esto, te avientan al calor de una idea peligrosa, te agobian. Hay casas así y nadie sabe lo que ha sucedido en ellas…
Quiero hablar contigo
de lo que hablan
con el agua
las flores de té.
Abuela colecciona
una plaga que amenaza en lento
una abuela podría coleccionar cualquier cosa
poner cualquier cosa, de cualquier modo,
en cualquier mueble,
Sin pensarlo dos veces, me adentro en la pista de aterrizaje abandonada.
Una pareja de alazanes y un joven potro se alimentan tranquilamente del tierno pasto que nace entre el barro y la arena.
Yo no quería escribir un poema / yo quería darle la vuelta al sol / Me tomó doce horas llegar tan al norte/ que el viaje se convirtió en huida…
Te encontraron/ en el nido que dejaron las nubes,/ te arrearon,/ como el dolor de mi Montaña/ por los que se van a buscar trabajo/ y sólo encuentran/ la tumba en los desiertos…
Siempre pido sin hielo las bebidas,/ el frío me pone vulnerable./ Una vez oí de un místico/ que la helada mortifica mis huesos por dentro…
Vivo en mil novecientos setenta y tres.
Aviones pasan por el aire
para acariciarlo como mi madre
cuando me peina. Sueño
con desiertos pero tengo cinco años.
El pasaje donde vivimos
Si me visto con clámide y reclamo
que conozcan las reglas antes de transgredirlas,
¿parecerá que salgo de bañarme
Llegabas en avión privado a L.A. / a París / a Río
una encarnación de dios sumerio
incapaz de sentir algo / conmoverte / compadecerte por la plebe