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Chico Buarque. Carioca de ley |
Por Jorge Fondebrider |
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Chico Buarque. Carioca de ley |
Por Jorge Fondebrider |
Bromas aparte, Chico Buarque también es escritor cuando compone canciones, aunque, como dice él, la lógica sea otra. A veces recurre a la tradición del siglo de oro español y se sirve de una paradoja conceptista para declarar un amor imposible; a veces, como en el pasado, echa mano a las permutaciones típicas del concretismo brasileño, y, en oportunidades, procede lisa y llanamente como un novelista. Siempre lo hace ayudado por el guitarrista, compositor y arreglador Luiz Cláudio Ramos, quien, como se aclara, es el que toma las decisiones estrictamente musicales. “Yo no interfiero –dice Chico. A veces propongo algo”. Ramos trabajó para Wilson Simonal, Elis Regina, Nara Leão, Miúcha, Gal Costa, Tom Jobim, Edu Lobo, Francis Hime, Dori Caymmi, Fagner, Erasmo Carlos, Ed Motta, MPB-4, Leny Andrade, Caetano Veloso y João Donato. También –dato curioso–, para Mick Jagger. Apareció por primera vez en el horizonte de Chico Buarque en 1975, cuando éste y Maria Bethânia se presentaron juntos en el Canecâo de Río de Janeiro. Posteriormente, Ramos fue guitarrista en Vida (1980) y Almanaque (1981) y, ya sea como músico o arreglador, en todos los discos posteriores, hasta llegar a 1989, año en que pasó a ser responsable de todos los arreglos y de la producción musical de las grabaciones de Chico Buarque, a quien también acompaña en vivo en sus espectáculos. Dicho de otro modo, así como los discos de Caetano Veloso, hasta inmediatamente antes del reciente y fantástico Cê, tuvieron un sonido definido por el cellista y arreglador Jacques Morelembaum, los últimos discos de Chico Buarque le deben casi todo a los arreglos de Luiz Cláudio Ramos. No es la primera vez que Chico se entrega al trabajo de la mano de un socio en quien confía plenamente. Además de breves colaboraciones con muchos otros músicos, en el pasado compuso y grabó mucho con Tom Jobim (12 temas), Francis Hime (17) y Edu Lobo (41). Con todo, la relación más estable y fructífera a la fecha parece ser la que mantiene con Ramos, cuyo crecimiento como músico y factor determinante sobre la obra de Buarque se hizo particularmente evidente en Chico ao vivo (1999, inédito en la Argentina), donde se puede oír una extraordinaria versión del tema “Construçâo”, con un nuevo y deslumbrante arreglo que le da una verdadera vuelta de tuerca a este clásico de la música brasileña. Carioca constituyó un paso más y acaso se constituya en uno de los mejores discos en la ya dilatada obra de uno de los mayores compositores contemporáneos de música popular. A quien la calificación le resulte excesiva, tal vez le baste con oír los 12 temas, que apenas pasan la media hora. El disco se abre con un rotundo “Suburbio”, homenaje a Río y última composición que, según el DVD, le da sentido a todo el disco, y contiene joyas como el baiâo “Ode aos Ratos”, donde no se desdeña el rap ni las máquinas de ritmo, e “Imagina”, una bella pieza que Tom Jobin plagió a Maurice Ravel, con letra de Buarque. De más está decir que esta fue la auténtica obra de madurez de un artista que, de joven, quiso ser arquitecto y construir ciudades y, desde hace muchísimos años, como narrador y poeta construye mundos. Si quedara alguna duda, bastaría entonces con acercarse a Carioca ao vivo (editado por RP Music), lo último de Chico, que tanto en su versión en doble CD o como DVD recoge un show en vivo, grabado en el Tom Brasil, de San Pablo. En cualquiera de los dos soportes están los temas de Carioca. A ellos se agregan clásicos de todas las épocas, magníficamente interpretados por una banda que incluye a Luiz Claudio Ramos en guitarra, a Jorge Helder en contrabajo, a Marcelo Bernardes en saxos y flauta, a una extraordinaria Bia Paes Leme en teclados (¡hay que ver el dúo con Chico, que esta mujer, con aspecto de maestra de escuela, hace justamente en “Imagina”!), Joao Rebouças en teclados, a Wilson Das Neves en batería y al interminable y hierático Chico Batera en percusión. Todo, empezando por Chico —a esta altura, un hombre que empieza a tener cierta edad—, continuando con la banda y concluyendo con la puesta en escena —una verdadera lección de buen gusto, realizada por Helio Eichbauer—, habla a las claras de la extraordinaria dimensión alcanzada por este artista mayor. {moscomment}
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